Intoxicación alimentaria, qué es, síntomas y prevención
En los últimos años la seguridad alimentaria ha cobrado una gran relevancia. Una intoxicación por causas alimentarias puede presentarse tanto en el ámbito doméstico como en un entorno profesional, por eso es imprescindible conocer las causas y aplicar medidas de prevención. La intoxicación alimentaria está cada vez más en el punto de mira, y es por ello, que la legislación relativa a estas cuestiones se ha vuelto también más estricta.
En este artículo te explicamos qué es la intoxicación alimentaria, cuáles son sus síntomas y sus prevenciones.
¿Qué es una intoxicación alimentaria?
La intoxicación alimentaria, o toxiinfecciones alimentarias, son enfermedades producidas por la ingesta de alimentos, o de agua, contaminados. Estos pueden estar contaminados por diferentes tipos de microorganismos, bacterias o parásitos, entre otras causas.
Contaminación de los alimentos
Los alimentos pueden contaminarse en diversos momentos, por diversas circunstancias y por elementos muy variados. Algunas de las infecciones más comunes suelen ser estas:
- Las hortalizas pueden contaminarse por diferentes elementos de la tierra como son fertilizantes, heces animales o incluso el agua con el que se riega. Si se trata de productos que se comen frescos es importante limpiarlos con agua que no esté sucia, ya que también pueden contaminarse en ese proceso.
- La carne también es un punto de posibles focos de contaminación. Algunos animales pueden tener bacterias no dañinas para ellos pero sí para las personas, un claro ejemplo sería la Salmonella, una bacteria propia de las aves y que puede encontrarse en los huevos, y causar síntomas en caso de no cumplir el proceso de cocción correctamente.
- Otros productos frescos como ostras o almejas pueden ser delicados y contaminarse con facilidad.
- La leche o zumo no pasteurizados también son alimentos propicios a ser fuente de infecciones si no se manipulan correctamente, pudiendo aparecer bacterias como la Listeria.
Pero ante todo es importante prestar mucha atención a la manipulación de estos alimentos. Hacerlo de modo inadecuado, o no seguir unos protocolos de higiene básicos puede ser peligroso, ya sea en el propio domicilio o en entornos profesionales.
Lavarse las manos y los utensilios de cocina cada vez que se manipula un alimento diferente es un sencillo gesto que puede prevenir infecciones alimentarias.
Contaminación del agua
El agua puede ser otro foco de enfermedades si está contaminada. Esto suele producirse por el consumo de agua contaminada, y esta puede ser embotellada, de pozos o cultivos, por ejemplo.
Hay muchos factores por los que el agua puede contaminarse. Aunque los microorganismos nocivos suelen vivir fuera del agua, en ocasiones pueden pasar a zonas húmedas y quedarse durante largos períodos de tiempo. También el agua se vuelve no apta para el consumo a causa de catástrofes naturales como terremotos o tsunamis.
Cuando el agua está contaminada, ya sea para consumo directo, u indirecto, como pueden ser cubitos de hielo o agua utilizada para cocinar, es altamente probable que provoque una intoxicación.
Síntomas de una intoxicación alimentaria
Los síntomas por intoxicación alimentaria pueden presentarse varias horas después de la ingesta del alimento infectado, o en ocasiones varios días más tarde, dependiendo del tipo de intoxicación y su causante.
Los síntomas más habituales son:
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Dolor y calambres abdominales
- Fiebre
Estos síntomas suelen durar entre unas horas o varios días, se recomienda buscar atención médica si los síntomas se agravan y presentan características como:
- Vómitos o heces con sangre
- Imposibilidad de retener líquidos
- Calambres abdominales intensos
- Signos de deshidratación: sed excesiva, ausencia de orina, debilidad y mareos.
- Visión borrosa, debilidad muscular u hormigueo en los brazos.
Factores de riesgo
La intoxicación alimentaria puede presentarse de manera más agresiva o moderada, o incluso no causar síntomas, dependiendo de cada persona. Si bien es cierto que hay ciertos factores que propician que una persona enferme.
- Personas mayores. Con los años el sistema inmunitario se debilita y no es tan fuerte ante agentes externos, es por ello, que las personas de edad avanzada son más propensas a contraer infecciones de este tipo.
- Mujeres embarazadas. Durante el embarazo el cuerpo sufre muchas alteraciones, entre ellas un cambio de metabolismo, lo que provoca que sea más débil y aumente el riesgo de enfermedad alimentaria.
- Bebés y niños pequeños. El sistema inmunitario de bebés y niños de corta edad no está completamente desarrollado, lo que lo hace más débil, y por tanto, más fácil que se vean afectados por bacterias o virus.
- Personas con enfermedades crónicas. Las enfermedades crónicas como pueden ser el VIH, la diabetes o la hepatitis, reduce drásticamente el sistema inmunitario.
Prevención de la intoxicación alimentaria
La prevención, y seguir algunas normas básicas de higiene, son elementos básicos para evitar el contagio y propagación de intoxicaciones.
- Ser cuidados con alimentos delicados como son la carne y pescados crudos o mariscos.
- Lavarse las manos antes de cocinar y comer. Si no se dispone de agua y jabón se recomienda aplicar una solución hidroalcohólica.
- Cocinar los alimentos a la temperatura adecuada.
- Conservar los alimentos a una temperatura correcta, y durante el periodo establecido por el distribuidor.
- No beber agua no tratada.
- No beber leches ni zumos no pasteurizados.
- Ser consciente del riesgo al viajar a otras zonas geográficas.
Pruebas de laboratorio
Para determinar una intoxicación alimentaria, y cuales han sido sus causas, se debe hacer un diagnóstico clínico. Para ello, se documentan los síntomas de la persona afectada, su duración, los alimentos ingeridos y los hábitos realizados como pueden ser viajes a zonas geográficas concretas.
La mayoría de las enfermedades alimentarias se suelen auto eliminar, es nuestro propio cuerpo el que es capaz de deshacerse de la patología en pocos días, pero en ocasiones en que ésta es más grave es necesario solicitar pruebas de laboratorio:
- Cuando los síntomas se agravan y persisten durante días.
- Cuando se sospecha que la intoxicación es parte de un brote que afecta a parte de la población.
- Se intuye que la causa es parasitaria.
Suele ser importante realizar muestras de los alimentos y el agua consumidos, de modo que se pueda determinar la fuente de la contaminación, especialmente si se tienen indicios de tratarse de un brote epidemiológico.
Estos análisis ayudarán a determinar qué cepas de microorganismos pueden ser los causantes de la intoxicación.
En caso de determinar que se puede tratar de una intoxicación alimentaria, tanto laboratorios como médicos tienen la obligación de informar a las autoridades, con el propósito de poder identificar el origen y prevenir brotes.
Es habitual recopilar todas las pruebas, como muestras de heces o de microorganismos para hacer estudios completos, así como pruebas moleculares en caso de sospecha de causa bacteriana. Toda la centralización de esta información permite la comparación de datos para determinar si hay relación entre diferentes grupos de intoxicados.
Para prevenir todas estas patologías, la legislación alimentaria es cada vez más estricta, exigiendo sistemas de control, y otros de autocontrol por parte de los distribuidores alimentarios, todo con el objetivo de cumplir los criterios de calidad establecidos.
En CALITEC Laboratorios somos expertos en la asesoría de calidad, así como en análisis de control de calidad de alimentación.